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Frank Ridhardson y Josefina Tiburcio. |
CALLEJÓN TRES, CASA CINCO
© Reynaldo Disla
Pieza estrenada el 20 de julio de
1984 por el Teatro Experimental Popular (Texpo). Casa de Teatro, Santo Domingo,
República Dominicana.
Reparto:
PERICHE: Frank Richardson.
EMPADRONADORA: Josefina Tiburcio.
Dirección: Reynaldo Disla.
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Fragmento del programa de mano, 1984. |
PERSONAJES:
LA EMPADRONADORA
PERICHE
PERICHE duerme con la radio encendida.
VOZ
DE LA EMPADRONADORA: (Pregunta a un
vecino.) ¿Vive alguien en esta casa? ¿Sí? Pero está cerrada. (Fuerte.) Buenos días. (Más fuerte, al tiempo que toca.) ¡Eh! ¡Del censo!
PERICHE:
(Despierta sobresaltado) ¡Qué!
¿Cristina? ¡No, aquí no vuelvas! ¡No te quiero ver! ¡Eh! (Despierta completamente.) ¡Ah, ¿quién?! ¿Dónde? (Mira la radio. La apaga.) ¿Qué fue?
EMPA:
Del censo.
PERICHE:
(Va rápido a la puerta, esquivo, suspicaz.)
¿Qué qué?
EMPA:
Soy la empadronadora que vengo a censar esta vivienda.
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Josefina Tiburcio como la Empadronadora. |
PERICHE:
(Abre la puerta. Mira indiscriminadamente
a la empadronadora.) ¡Y para eso…! ¡Eh!, eh, señorita, un momento, me voy a
lavar la cara. (Se vuelve.) Pero entre.
(Ella entra a la casa, mientras él abre la llave del agua de la cual sólo sale
un soplo de aire.) ¿Dónde está mi jarrito? ¿Viste mi jarrito? (La empadronadora lo mira extrañada y niega
con la cabeza.) Miso, miso, miso. Tal vez el gato. Ah no, aquí está. Hombre
precavido vale… ¡Pero está sucio! (Mira
al techo, señala.) Le cayó mierda de ratones. Perdóneme. ¡Ese maldito
gato! (Le alcanza una silla a la muchacha.) ¡Pero siéntese! (Se lava la cara enjabonándose, usa el jarro
para sacar agua de una cubeta.)
EMPA:
Mire usted, me tocan más de quince casas…
PERICHE:
Sí, sí. ¿Qué tengo que hacer?
EMPA:
Contestar las preguntas del censo.
PERICHE:
¿No hay que firmar nada?
EMPA:
No, sólo contestar las preguntas.
PERICHE:
Entonces empiece.
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Frank Richardson como Periche. |
EMPA:
Las personas que viven en esta casa…
PERICHE:
Yo solo. Vivo solo. Solo.
EMPA:
¡Ah! Ya sé.
PERICHE:
No, usted no sabe. Hace catorce meses aquí vivía (Junta dos pedazos de una foto.) Cristina. Mire, este es su retrato.
EMPA:
¡Ah, sí!... ¿Vive alguien aquí que tenga tierra sembrada o que haya cosechado
durante los últimos doce meses?
PERICHE:
(Buscando.) Nada. No hay café.
Parece que me levanté con la pata que no era. (Recuerda.)
EMPA:
¿Me oyó usted?
PERICHE:
Claro, claro, perdóneme usted, señorita. ¿Señorita, verdad?
EMPA:
Sí.
PERICHE:
Claro, claro, señorita. Sí, oí. ¿Dijo usted tierra? No, no. Yo vine del campo
por eso. Estaba jovencito cuando llegué a la capital. No se preocupe porque me
mueva tanto. Aquí queda café. Hay que calentarlo.
EMPA:
No, no. Ya me han brindado…
PERICHE:
(Decepcionado.) ¿Usted no quiere café?
EMPA:
No, muchas gracias.
PERICHE:
(Se sienta.) Perdón, usted debe tener
la misma edad de Cristina. Es así, como ella…
EMPA:
¿Yo? ¿Tiene usted animales?…
PERICHE:
(Se levanta rápidamente. Busca, agachado,
al gato.) Sí, mi gato. Miso, miso. ¡Anoche se bebió mi cuartillo de leche!
EMPA:
No, me refiero a animales como vacas, ovejas, chivos…
PERICHE:
No.
EMPA:
Patos, pavos…
PERICHE:
No, no.
EMPA:
Gansos. ¿Conejos?...
PERICHE:
No, nada de animales.
EMPA:
¿Gallinas?, gallos, pollos, guineas.
PERICHE:
(Furioso.) ¡No tengo animales!
EMPA:
(Pausa. Le mira.) ¿Colmena de abejas?
PERICHE:
(Respira. La mira profundamente.)
¡Noo! Excúseme.
EMPA:
¿Esta vivienda es independiente?
PERICHE:
No, tiene su dueño, es alquilada, y fíjese nada de agua ni…
EMPA:
No, lo que le digo es: si no la comparte con otra casa, o si es parte de otra
casa.
PERICHE:
No, la zanja pasa por allí, de este lado hay un callejoncito y por atrás una
pared y por allá la cloaca que se explotó hace un mes.
EMPA:
Sí. (Sigue leyendo.) ¿Esta vivienda
es de veraneo o de uso ocasio…? Ah. Espérese, esto lo lleno sola. (Va llenando.)
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Josefina Tiburcio en el papel de la Empadronadora. |
PERICHE:
Eso es bueno. Que se sepa cómo se vive por aquí…
EMPA:
¿Tiene esta vivienda cuarto de cocina?
PERICHE:
No, esto es este cuarto, aquí está todo… sala, comedor, cocina, baño, sala de
estar, galería, (Por la cloaca.) el jardín. (Busca
afanosamente un cigarrillo, lo encuentra.)
EMPA: ¿Qué
combustible utiliza para cocinar?
PERICHE:
No.
EMPA:
¿No qué?
PERICHE:
No cocino, como por ahí… ¿Usted fuma?
EMPA:
No ahora.
PERICHE:
¡Fume!
EMPA:
Está bien. (Enciende. Fuman. Siguen
hablando.) ¿Servicio de alumbrado? (Tose.)
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Escena de "Callejón tres, casa cinco" pieza breve de Reynaldo Disla. |
PERICHE:
Perdóneme. No debí hacerlo. Se ve que usted es una señorita de familia que no
sabe fumar… ¿Dónde vive?
EMPA:
… Ensanche Naco.
PERICHE:
(Le coloca la mano en la espalda. Ella se
aparta.)
EMPA:
¿Tiene instalación de tubería para servicio de agua? (Piensa.) Ah, ya sé. ¿Tiene esta vivienda servicio sanitario?
PERICHE:
¿Por qué lo hizo?
EMPA:
¿Cómo eliminan la basura en esta vivienda?
PERICHE:
¿No oyó? ¿Por qué lo hizo?
EMPA:
Por favor, conteste…
PERICHE:
Dígame.
EMPA:
¿El qué?
PERICHE:
¿Por qué cuando le dio la tos huyó de mí como si yo tuviera una enfermedad
contagiosa?
EMPA:
No lo hice a propósito.
PERICHE:
Míreme, por favor. ¿Usted cree que yo no merezco una mujer que me quiera?
EMPA:
¿Por qué no? Sí.
PERICHE:
Por ejemplo, ¿se atrevería usted a casarse con alguien como yo?
EMPA:
Mire, vamos a llenar el formulario. ¿Cuánto paga mensualmente?
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Escena de "Callejon tres, casa cinco" de Reynaldo Disla. |
PERICHE:
Las mujeres no piensan con la cabeza. Sólo les interesa el dinero, la
comodidad, el maquillaje. ¿Qué hizo Cristina? Trabajaba como un burro, en un
triciclo, aquí y allá. Descargando camiones, desabollando. Le traía regalos,
dejé por un tiempo el ron. Todo. ¿Y qué cree usted que hizo? ¡Se fue! Cuando yo
no tenía dinero se fue. (Se quita la
camisa, la empadronadora se pone de pie.) ¡Qué calor del demonio! (Busca una camisilla, la encuentra.)
EMPA:
¿Cuánto paga de alquiler?
PERICHE:
Pagaba. No estoy trabajando. Estoy enfermo... No es contagioso. La semana que
viene ya no viviré aquí. Me sacarán.
EMPA:
¿Cuánto pagaba?
PERICHE:
32 pesos.
EMPA:
¿Cuáles de los siguientes artefactos tienen en este hogar?
PERICHE:
Y si viera usted cómo se fue Cristina; había un viejo allí esperándola; en un
Chevrolet Impala, parecía militar… No sé si era un taxi o el tipo ese... Pero
claro, ¡iba tan maquillada! ¡Y su mamá ni rogándole me dice dónde está
Cristina! ¡Ay, yo quisiera…!
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"Callejón tres, casa cinco", actúan Frank Richardson y Josefina Tiburcio. |
EMPA:
Nevera…
PERICHE:
Las esperanzas que se crea uno y se les van así como humo.
EMPA:
Estufa…
PERICHE:
Yo creí que trabajando se podrían tener muchas cosas, pero los trabajos más
duros son los que dejan menos dinero. Uno se cansa. ¡Y bebe! De verdad que
bebe. ¡Hay que beber! Pero por más que te muevas te pisan, se te cierran todas
las puertas…
EMPA:
¿No tiene? Plancha, licuadora, lavadora, calentador…
PERICHE:
¿Ha imaginado usted que se suicida?... Claro que sí. Creo que todo el mundo alguna
vez ha pensado en eso… A veces se le despiertan a uno las ilusiones…, pero qué
va... (Se detiene.) Ya me di cuenta.
¡Usted lo que desea es llenar pronto ese formulario e irse! ¡¿No es así?!
EMPA:
¿Yo? Pero… Sólo tiene que responder si posee: televisión, abanico, aire
acondicionado, estéreo, vehículo… Conteste, por favor.
PERICHE:
Sí, eso es lo que quiere. ¿Y si a mí no me diera la gana de decirle nada? ¡Que
estoy harto de tanta pregunta de si tengo o no tengo! ¿Qué haría? ¡Eh!
EMPA:
Señor, fíjese, mi deber es llenar correctamente este formulario.
PERICHE:
(Afanado.) ¿Usted cree que ahora sí
harán algo por los que estamos así como yo? Dígame.
EMPA:
Bueno, usted sabe que el gobierno necesita identificar la cantidad de cosas que
hacen falta, y todo eso… para planificar mejor y así… ¿Comprende?
PERICHE:
¡Ay, si usted me hubiera visto en el 78!
Yo y Cristina con banderitas blancas metidos en caravanas… Mire a uno se
les caen las alas del corazón, cuando ve que todo sigue igual o peor.
¡Pregunte! Le dirán por ahí que yo estoy loco. Pero yo sé que no lo estoy.
EMPA:
¿Se produce o fabrica algún artículo en este hogar?
PERICHE:
Y deben admitir que uno tiene derecho a tener esperanzas. Está bien que roben,
que inclusive se mate como cuando Balaguer. Lo que digo es: yo merezco una
respuesta. No estoy pintado en la pared. Usted es bonita y se da cuenta de que
yo soy un hombre como los demás. ¿No es así?
EMPA:
No entiendo lo que usted dice. No se me acerque.
PERICHE:
(La agarra por los dos brazos. Furioso.)
¡Yo no me arrepiento de lo que hice, voté blanco! Ahí al frente vive un joven
del PLD. (A ella se le cae el formulario.
Y, luego, todos los papeles de la caja.)
¡Un peledeísta! Desde el 73 cuando Juan Bosch salió del PRD, viene aquí a
decirme que el PRD ya cumplió su misión histórica, que ya no sirve. Y yo, ¡no,
que no! Pues usted se fija que Guzmán no es el verdadero gobierno del PRD. Pero
vendrá una nueva oportunidad. Así que yo no me arrepiento. Él sabe que conmigo
pierde su tiempo; que yo aprecio tanto al PRD que a mi gato le puse Peña. Y si
tengo un hijo le pongo José Francisco… Dígame usted, ¿hay que confiar en el
futuro del PRD? ¡Sí, claro que sí!
EMPA:
¡Suélteme, me hace daño...!
PERICHE:
¿Usted tiene novio?
EMPA:
¡Eso a usted qué le importa! ¡Voy a gritar!
PERICHE: ¡Usted no
sabe lo que es un hombre solo!
EMPA:
¡Y qué tengo que ver!
PERICHE:
(Repentinamente adolorido.) Es la
úlcera. ¿Se da cuenta? ¿Dónde dejaría ese maldito calmante? (Ve un papel vacío.) No, no se vaya, por
favor. (La empadronadora, con la intensión de marcharse, ha empezado a recoger
los papeles desparramados por el suelo.)
EMPA:
¿Se siente muy mal? ¿Llamo a alguien?
PERICHE:
No, ya estoy acostumbrado. Hágame un favor, vea si queda leche en esa tacita.
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Josefina Tiburcio y Frank Richardson, actúan en "Callejón tres, casa cinco". |
EMPA:
Sí, pero está cortada.
PERICHE:
Déjeme ver. Bueno. (Se la bebe.)
Siga, señorita. Siga.
EMPA:
Podría venir con el supervisor más tarde.
PERICHE:
No se preocupe, pregunte.
EMPA:
Falta poco. (Se acomoda. Sigue llenando
el formulario.) Sus datos personales… ¿No ha consultado a un médico?
PERICHE:
¿Eso está en el censo?
EMPA:
No.
PERICHE:
(Sonríe.) Se necesita dinero.
EMPA:
¿Cuál es su nombre completo?
PERICHE:
Pedro Esteban Mejía Gómez. Me dicen Periche.
EMPA:
¿Hay alguna persona que reside en otra vivienda y durmió aquí anoche?
PERICHE:
(Ríe.) ¿De verdad le interesa?
EMPA:
Está en el censo.
PERICHE:
No.
EMPA:
¿Cuál es su fecha de nacimiento?
PERICHE:
¿Hay que decirlo?
EMPA:
Sí.
PERICHE:
El 3 de noviembre del 1945 o el 47, mi mamá y mi papá nunca se pusieron de
acuerdo sobre eso.
EMPA:
¿Dónde nació?
PERICHE:
En La Gina de Villa Tapia.
EMPA:
¿Qué provincia?
PERICHE:
Villa Tapia, de Salcedo.
EMPA:
¿Sabe leer y escribir?
PERICHE:
Ponga que sé leer más que escribir.
EMPA:
¿Sí o no?
PERICHE:
Sí.
EMPA:
¿Asiste o asistió a algún centro de enseñanza regular?
PERICHE:
Cuando era pequeño. Me enamoré de la maestra de tercer curso. Usted se parece a
ella.
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Escena de "Callejón tres, casa cinco". |
EMPA:
Por lo que veo me parezco a todo el mundo.
PERICHE:
(Contradice enfático.) Sí, mire sus
piernas y su cinturita. ¡Así mismo!
EMPA:
(Embarazada.) ¿Cuál fue el último nivel
que cursó?
PERICHE:
El séptimo.
EMPA:
¿Finalizó ese nivel?
PERICHE:
No recuerdo... Póngale que sí.
EMPA:
¿Asistió a algún centro de enseñanza técnica, vocacional, comercial?
PERICHE:
Estuve un tiempo ayudándole a un mecánico.
EMPA:
Pero estudiando.
PERICHE:
Ayudándole. (Se queja. Entusiasmado.)
Oiga, ese es un trabajo que yo hago muy bien: desabollar carros chocados, sí que sí, si viera usted como puse yo un Toyota
que llevaron todo a…
EMPA:
¿Hizo algún trabajo o tuvo un empleo la semana pasada?
PERICHE:
Todo doblado, hundido, cuarteado, y lo enderecé en una tarde…
EMPA:
¿No escuchó la pregunta?
PERICHE:
Deje que le cuente lo del Toyota.
EMPA: No viene al
caso.
PERICHE:
Me pregunta qué sé y cuando se lo quiero explicar me responde que no viene al
caso.
EMPA: Limítese al
formulario.
PERICHE:
¡No, a mí nadie me impone nada! ¡Ni siquiera Cristina! Sepa que no fue Cristina
quien se fue, sino ¡yo que la eché a la calle! ¡No soporto las mujeres así...!
EMPA: Trate de
entender…
PERICHE:
¡Quiere imponerme su opinión! ¡Y yo tengo mi propia opinión y nadie me impone
nada! Pregunte. Me conocen muy bien. El peledeista de al frente le dirá que no
quiso venderme su periódico, no porque no soy una persona seria como él dice,
sino porque tengo mi opinión. ¿Me pregunta del trabajo? Pues qué, soy mecánico,
aunque hago muchas cosas. Pero no hay dónde trabajar. Y él por todo quiere
culpar al PRD. ¡Y yo soy perredeísta y me doy cuenta que hay que darle la
oportunidad a los compañeros del gobierno para arreglar las cosas! ¡Y por eso
usted está aquí y tiene que oírme! Yo sé bien que no estudié. Pero conozco
muchos que han estudiado mucho menos que yo y ya le han dado un puesto en el
gobierno. Y a mí me han dejado esperando. Por eso no asisto a las reuniones de
los comités del PRD, porque tengo mi propio criterio. ¡Y no me imponga el suyo!
La empadronadora va llenando las últimas
preguntas.
EMPA: ¿Tiene hijos?
¿Es casado, separado, divorciado, viudo o soltero?
PERICHE:
Usted se va, sí. ¡Pero no se llevará esa hoja! ¿Sabe por qué? Porque yo tengo
que verla. ¡Averiguaré cómo me puso usted ahí!
EMPA: Es sólo un
formulario.
PERICHE:
Pero ahí estoy yo, está mi vida, mi nacimiento, mi trabajo, mi enfermedad,
Cristina y mi gato.
EMPA: No, mire usted,
no se ponga así. (Él le arrebata la hoja
del formulario.)
PERICHE:
¡Un momento! Llénela otra vez. Le he mentido.
EMPA: ¿Cómo? ¿Me ha
dado usted datos falsos?
PERICHE:
Sí. Empecemos de nuevo. Esta hoja no sirve… (La rompe.)
EMPA: ¡Qué hizo!
¡Está loco!
PERICHE:
¡Yo sé que no! ¡Y usted!
EMPA: ¡Pero cómo me hace
perder el tiempo!
PERICHE:
Ahora le diré la verdad. (Se sienta.)
Pregunte.
EMPA: (Saca otro formulario y empieza a llenarlo.)
¿Tierras?
PERICHE:
(Se ríe.) Una finca en La Vega, más de
mil tareas. Vamos: ¡No se quede mirándome! Escríbalo. Y tengo ganado. Y esta
casa es de diez habitaciones. ¿Lo puso?
EMPA: (Asustada.) Sí.
PERICHE:
(Más furioso. Se le coloca detrás.) ¡Siga
preguntando!
EMPA: ¿Casa
independiente?
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Frank Richardson en "Callejón tres, casa cinco". |
PERICHE:
Sí, ¡Como puede ver! Toda de bloques y granito, alumbrado eléctrico y planta de
emergencia, agua propia, y ahora (Empieza
a ponerse depresivo.) llamaré a la sirvienta para que le dé los datos sobre
la cocina… (Llora. Llama.) Miso,
miso, ¡Peña! (Ella se acerca temerosa. Lo
toca por la espalda.)
EMPA: ¿Qué le pasa?
PERICHE:
(Se vuelve rápidamente.) ¡Cristina,
has vuelto! (La abraza y la besa.)
EMPA: (Tratando de zafarse.) ¡Usted está loco!
PERICHE:
(Mirándola.) Pero, no he perdonado a
Cristina. Ella me traicionó. ¡Sal de aquí! ¡Que salgas! (La empadronadora recoge los formularios y la cajita y sale de espaldas,
lentamente.) ¡Vamos, no te quiero ver nunca, no se te ocurra volver porque
te mato!
Se
va, muy nerviosa, la empadronadora. Él va a la cama y se sienta. Mete una casete en el radio. Saca de
abajo de la cama una chatita de ron y un vasito. Se sirve. Bebe. Oye “Lágrimas
negras” del Trío Matamoros. Mientras canta las dos primeras estrofas, bebe
afligido. Se recuesta en el camastro. Bebe. Llora. Bebe.
Apagón lento.
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© Reynaldo Disla, 1983.
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Parte del programa de mano del estreno de "Callejón tres, casa cinco", Casa de Teatro, 1984. |
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